De acuerdo con datos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Patologías Bucales (SIVEPAB), más del 90% de los mexicanos presentan caries, mientras que la prevalencia de gingivitis en el país es del 50%.En nuestro país, la salud bucodental suele descuidarse y comúnmente sólo se le presta atención una vez que se detecta dolor o algún problema urgente pues, según datos de la Secretaría de Salud, solo el 31% de la población mexicana acude regularmente al dentista, mientras que la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018 revela que el 13.7% de la población nunca ha asistido.

“9 de cada 10 mexicanos padecen problemas Bucodentales”

Casi 85% de los Queretanos, con problemas dentales

De acuerdo con el Perfil Epidemiológico de la Salud Bucal en México 2010, emitido por la Secretaría de Salud Federal a través del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Patologías Bucales, el estado de Querétaro se ubicó en el tercer lugar con 85.5% de casos de caries severa, sobre todo en la infancia temprana” comentó. Agregó que esta situación a temprana edad, se deriva de los malos hábitos de los padres con los hijos, quienes los dejan dormir con el biberón, cuya leche es endulzada con alto grado de azúcar, lo que provoca que el líquido se quede impregnado en los dientes.

En su informe mundial sobre el estado de la salud bucodental (2022, en inglés), la OMS estimó que cerca de 3500 millones de personas en todo el mundo padecen enfermedades bucodentales y que tres de cada cuatro de ellas viven en países de ingresos medianos. Según los cálculos, 2000 millones de personas padecen caries en dientes permanentes, mientras que 514 millones de niños las tienen en dientes de leche.

La salud bucodental es un aspecto fundamental para el bienestar general, ya que la boca no solo es la puerta de entrada a nuestro sistema digestivo, sino también un reflejo de nuestra salud en conjunto. Sin embargo, muchas personas tienden a ignorar los primeros signos de enfermedades orales, lo que puede derivar en complicaciones graves que afectan tanto la estética como la funcionalidad de los dientes y encías.

Conocer las principales enfermedades bucodentales y cómo prevenirlas es clave para mantener una boca sana y evitar problemas que pueden comprometer la calidad de vida. A continuación, explicaremos las 11 enfermedades bucodentales más comunes, sus causas, síntomas y las mejores prácticas para prevenirlas.

Datos y cifras

● Las enfermedades bucodentales, pese a ser en su mayoría prevenibles, suponen una carga importante para el sector de la salud en muchos países y afectan a su población durante toda la vida, causando dolor, molestias, deformidades e incluso la muerte.
● Se estima que estas enfermedades afectan a casi 3500 millones de personas.
● Según el estudio sobre la carga mundial de morbilidad de 2021, la caries dental no tratada en dientes permanentes es el trastorno de salud más frecuente.
● La prevención y el tratamiento de las afecciones bucodentales son costosos y no suelen estar incluidos en las prestaciones de la cobertura sanitaria universal.
● La mayoría de los países de ingresos bajos y medianos carecen de suficientes servicios de prevención y tratamiento de estas afecciones.
● Las enfermedades bucodentales son el producto de diversos factores de riesgo modificables comunes a muchas enfermedades no transmisibles, como la ingesta de azúcar, el consumo de tabaco y de bebidas alcohólicas y la higiene deficiente, además de sus determinantes sociales y comerciales subyacentes.

La prevalencia de las principales enfermedades bucodentales sigue aumentando en el mundo a causa de la creciente urbanización y los cambios en las condiciones de vida. Esto se debe fundamentalmente a la exposición insuficiente al flúor (en el suministro de agua y en productos de higiene bucodental como el dentífrico), la disponibilidad y la asequibilidad de alimentos ricos en azúcar, y el acceso insuficiente a servicios de atención de salud bucodental en el entorno comunitario.

La comercialización de bebidas y alimentos ricos en azúcar, así como de productos de tabaco y bebidas alcohólicas, han aumentado su consumo y contribuyen a la aparición de afecciones bucodentales y otras enfermedades no transmisibles.

1.- Caries dental

La caries dental se produce cuando la placa bacteriana que se forma en la superficie de los dientes convierte los azúcares libres de los alimentos y bebidas en ácidos que, con el tiempo, destruyen los dientes. Estos azúcares pueden estar presentes de forma natural en alimentos como la miel, frutas, dulces, entre otros. La ingesta abundante y continua de azúcares libres, la exposición insuficiente al flúor y la eliminación insuficiente de la placa bacteriana con el cepillado pueden provocar caries, dolor y, en ocasiones, pérdida de dientes e infecciones.

Para prevenirlas, es fundamental cepillarse los dientes al menos dos veces al día, usar hilo dental y limitar la ingesta de alimentos azucarados, asi como la visita regular a su dentista , por lo menos cada 6 meses, con la finalidad de que en caso de presentarla, se pueda iniciar un tratamiento de acuerdo al estadio que se encuentre.

2.- Gingivitis y periodontitis

Estas enfermedades afectan a los tejidos que rodean y sostienen los dientes. Provocan hemorragias e hinchazón de las encías (gingivitis), dolor y, en ocasiones, halitosis. En su forma más grave, las encías pueden separarse de los dientes y el hueso de sostén, lo que provoca que los dientes se aflojen y, a veces, caigan. Se estima que las periodontopatías graves afectan aproximadamente al 19% de los adultos, lo que representa más de mil millones de casos en todo el mundo. Sus principales factores de riesgo son la mala higiene bucodental y el consumo de tabaco.

3.- Edentulismo (pérdida total de los dientes)

La pérdida de los dientes suele ser el resultado de una larga historia de enfermedades bucodentales, en particular caries dentales avanzadas y periodontopatías graves, aunque también puede deberse a traumatismos y a otras causas. Se estima que la prevalencia mundial de esta afección entre las personas de 20 años o más es de cerca del 7%, mientras que en las de 60 años o más alcanza el 23%. La pérdida de dientes puede causar traumas psicológicos, dificultades sociales y limitaciones funcionales.

4.- Halitosis (mal aliento)

La halitosis, comúnmente llamada mal olor, se produce como resultado de la liberación de sustancias volátiles malolientes que emanan de la cavidad oral. No existe un perfil del paciente que sufre esta condición, sin embargo; una vez que este mal olor se experimenta como un problema la autoestima, la autoconfianza y la autoimagen de la persona se ve afectada . Esto conlleva inevitablemente a crear inseguridad en situaciones sociales. Los pacientes buscan como primera consulta a un médico de familia o un especialista otorrinolaringólogo, a pesar de que la causa principal sea intraoral.

Aunque el reconocimiento del tratamiento para el mal olor puede parecer insignificante entre la gran existencia de condiciones médicas, éste puede provocar un profundo efecto en las relaciones sociales de una persona . Una limpieza total de la boca, uso de hilo dental, pulidos y limpieza de la lengua no sólo previenen de caries o enfermedad periodontal, sino que también reducen los síntomas de halitosis en pacientes sanos.

Se ha descrito que la combinación del cepillado y la limpieza de lengua, en conjunto con el uso de un limpiador en gel brinda el mejor resultado. Esto se da por el tratamiento mecánico en conjunto con el efecto antibacteriano local, que logra alcanzar áreas profundas de la lengua. Otro estudio demostró mayor eficacia en la reducción de VSC de la pasta en gel contra la pasta dental regular con triclosán. Su mayor eficacia podría explicarse por el alto contenido de surfactante, pudiendo generar el doble de espuma que la pasta dental. Estas características maximizan la eficacia limpiadora de superficies, producen mayor remoción de bacterias y, por lo tanto, mejoran el control del mal olor.

5.- Sensibilidad Dental

La sensibilidad dental se manifiesta como dolor o molestia al consumir alimentos o bebidas calientes, frías, dulces o ácidas. Puede ser consecuencia de esmalte desgastado, caries o retracción de encías. El uso de pastas dentales específicas y evitar cepillados agresivos pueden aliviarla.
En la hipersensibilidad de los dientes las lesiones se presentan en la superficie de la dentina expuesta y un estímulo apropiado provoca una respuesta típicamente breve, aguda y dolorosa de los nervios pulpares a través de un mecanismo mecánico-receptor hidrodinámico.

Estas causas se deben a:

  • Desgastes dentarios por bruxismo (abracciones)
  • Desgastes dentarios por substancias ácidas (cítricos, vinagre)
  • Desgastes dentarios por exceso de fuerza en el cepillado, pastas abrasivas
  • o cepillos muy duros
  • Caries que empiezan a afectar la dentina coronaria o radicular
  • Enfermedades periodontales:gingivitis y periodontitis
  • Presencia de placa bacteriana
  • Recesiones óseas y gingivales por trauma oclusal
  • Recesiones gingivales por causas diversas Idiopáticas

La hipersensibilidad del diente se manifiesta cuando hay un estímulo que actúa sobre la o las piezas dentarias, estos estímulos pueden ser físicos, químicos o mecánicos. Cualquier substancia, ácida, dulce, fría o caliente desencadenará las molestias durante unos segundos e incluso hay casos que aspirando aire por la boca ya les produce una sensación dolorosa.

Si tocamos la pieza dentaria con cualquier instrumento, también provocaremos la sensación dolorosa, así por ejemplo los pacientes relatan provocarse la sensibilidad dolorosa con el propio cepillo de dientes o pasando la uña por la parte cervical del diente (cuello dentario). El tratamiento de la hipersensibilidad es intentar eliminar la causa que ya hemos visto que pueden ser múltiples. Es imprescindible acudir a tu dentista para la identificación de las causas que la generan, y poder brindarte la solución a tu padecimiento.

6.- Bruxismo (Apretamiento o rechinamiento de los dientes)

El bruxismo más que un problema oclusal, es considerado en la actualidad como un trastorno del sueño que en la mayoría de los casos es de origen multifactorial, referido al hábito bucal involuntario de apretar y rechinar los dientes en forma inconsciente durante el día o la noche, con contracción de los músculos de la masticación sin propósito funcional, es decir cuando no se está realizando la función masticatoria . A pesar que la frecuencia reportada es variable, este problema afecta a un tercio de la población mundial sin distinción de sexo, y 60% de los niños cuyas edades oscilan entre 3 y 5 años lo presentan en diferentes grados de severidad.

En datos corroborados por diversos estudios, la frecuencia del hábito de rechinamiento tiende a aumentar entre los 7-10 años de edad y luego disminuye, pudiendo ocurrir bruxismo en grado leve y transitorio en la mayoría de las personas durante el sueño, destacándose la observación de formas severas aproximadamente entre 0.5 a 2% de niños y adultos . El bruxismo puede producirse durante el día y/o noche, en forma inconsciente, en los niños pasa generalmente inadvertido, salvo cuando los padres consultan por el ruido dental que efectúan sus hijos al dormir.

Algunos padres no perciben que sus hijos son bruxomanos, y es el pediatra o el odontólogo quien lo detecta, muchas veces cuando ya es evidente el desgaste de las piezas dentales, aun cuando los niños pudieran o no tener dolor en la región buco facial. Por esta razón, es necesario que los padres estén alertas con lo que ocurre con la dentadura de sus hijos, ya que esta condición suele ser muy destructiva, observándose clínicamente un desgaste franco de las superficies dentarias, que es mayor al fisiológico normal. Por ser el bruxismo una patología multifactorial, se desconoce con exactitud una causa primaria, ya que en el problema intervienen factores locales, sistémicos y psicológicos.

Estas actividades parafuncionales son posibles en personas normales, cuando existen algunos factores psíquicos, internos y externos, que solos o en combinación puedan dar lugar a este tipo de conducta. Por lo tanto, esta afección frecuentemente está asociada a trastornos de la personalidad o a situaciones de estrés elevado, produciéndose en consecuencia desgaste y deterioro de los dientes, hipersensibilidad de la musculatura masticatoria y enfermedades de las encías; siendo considerado uno de los trastornos orofaciales más prevalentes, complejos y destructivos.

El tratamiento consiste en corregir los factores que propician este hábito, el manejo de estos pacientes suele comenzar con las medidas más sencillas, primero se evalúa la presencia de interferencias oclusales, ocasionalmente se realiza interconsulta con un psicólogo para identificar o no, problemas de este tipo y con algunos especialistas clínicos para descartar algún problema sistémico (parasitosis, carencias nutricionales).

7.- Candidiasis oral ( Hongos en la boca )

La candidiasis es una infección causada por los hongos del género Candida, en la cavidad bucal, existen condiciones favorables para la colonización de estos microorganismos, sin embargo, debido a la flora normal bacteriana y la respuesta inmune, entre otros, se limita su crecimiento y excesiva proliferación, manteniendo un equilibrio, lo que evita su conversión a patógeno. El papel que juega la presencia de Candida como parte de la microbiota oral en personas sanas todavía es desconocido.

La colonización de la cavidad oral por especies de Candida ha sido definida como la adquisición y el mantenimiento del microorganismo sin signos clínicos . Esta colonización, ha sido asociada a la presencia de caries, mala higiene bucal, uso de prótesis dentales, maloclusión, xerostomía, entre otros. A nivel mundial, diversos factores se han asociado al incremento de las infecciones por este microorganismo, tales como las disfunciones metabólicas, SIDA, cáncer, diabetes, leucemia, extremos de la edad (niños y ancianos), utilización de antibiótico de amplio espectro, quimioterapias, terapias en cuidados intensivos y trasplantes de órganos .

En la población en general, se han reportado porcentajes de portadores asintomáticos de Candida del 17 al 75%. En la cavidad oral, Candida albicans ha sido la especie más frecuentemente reportada (47-75% de las levaduras aisladas). Asimismo, otras especies no- albicans, también han sido identificadas, como son C. glabrata, C. parapsilosis, C. krusei, C. tropicalis, C. dubliniensis y Candida guilliermondii.

El primer paso en el manejo del paciente con candidiasis orofaríngea, requiere de una evaluación integral de la cavidad oral y del dolor, recomendar una correcta higiene oral y dental, control de los factores de riesgo de infección locales (colocación de una prótesis correcta o disminución de la xerostomía) y sistémicos (control de diabetes o la ferropenia) así como del empelo de fármacos antifúngicos adecuados.

Ante el paciente con estomatitis protésica, se sugiere realizar una correcta higiene de la prótesis, dejar de usar la prótesis por la noche y mantener una adecuada colocación y ajuste de la misma. Al paciente con prótesis dental, se le sugiere sumergir la prótesis en una solución diluida de hipoclorito de sodio (5-10%) durante la noche, después de haberlas cepillado enérgicamente con jabón.

La higiene oral requiere de la limpieza y cepillado diario de los dientes, la mucosa oral, lengua y encías. Las dentaduras deben limpiarse y desinfectarse diariamente y se dejan fuera durante la noche o por lo menos durante seis horas al día.

8.- Dientes impactados ( Dientes retenidos en mala posición )

Se denomina diente retenido a aquel que una vez llegado su tiempo de erupción normal se queda dentro de los maxilares, manteniendo integridad en su saco pericoronario. La importancia de evaluar la impactación, retención e inclusión radica en que el diente mantiene su saco folicular, cuyo epitelio conserva la capacidad de diferenciarse y que podría progresar hacia lesiones tumorales (formación de quistes dentígeros, queratoquiste odontogénico y ameloblastoma, entre otros). Además, la estructura dental puede presentar complicaciones como caries dental y enfermedad pulpar.

Actualmente no existe un consenso de la prevalencia de dientes retenidos en el mundo, la prevalencia de dientes retenidos varía dependiendo de la ubicación geográfica y se ha estimado que es entre el 8% y 38%.

Causas de retención dental Los órganos dentales que más frecuentemente sufren de retención (en cualquiera de sus clasificaciones) son terceros molares, caninos y dientes supernumerarios respectivamente. Las causas son diversas, para los terceros molares se ha sugerido que la reducción gradual evolutiva del tamaño de la mandíbula y maxilar ha resultado en la falta de acomodo de los molares correspondientes, también se ha encontrado que la dieta moderna no ofrece un esfuerzo en la masticación resultando en una falta de estimulación para los maxilares por lo tanto el hombre moderno presenta dientes impactados y no erupcionados.

Las causas descritas más frecuentes de la retención de los caninos son el resultado de uno o varios de los siguientes factores: discrepancia de tamaño dental y longitud de arco, retención prolongada o pérdida prematura del canino primario, aberración en la formación de la lámina dental, posición anormal del germen dental, presencia de una hendidura alveolar, anquilosis, problemas naso respiratorios, patologías localizadas como quistes, neoplasias, odontomas, supernumerarios, dilaceración de la raíz , origen iatrogénico, agenesia de lateral maxilar, variación en el tiempo de formación radicular, secuencia de erupción anormal, trauma de germen dental, exceso de espacio, cantidad de reabsorción de la raíz del diente primario, forma de arco estrecha y herencia.


Estas causas también podrían aplicar no solo a caninos si no también en otro tipo de órganos dentales.

¿Qué tratamiento se puede realizar ante una inclusión dentaria?

La anamnesis y el estudio clínico y radiológico es imprescindible para determinar la causa de la inclusión y poder seguir un plan de tratamiento oportuno. La radiología por excelencia es la panorámica, mediante la cual se ubica de forma exacta al diente incluido en la arcada.

Existen varias posibilidades terapéuticas a realizar frente una inclusión dentaria: abstención, extracción o colocación en la arcada.

En la decisión terapéutica de un diente incluido se tiene que tener en cuenta:

● El valor estético y funcional del diente
● La edad del paciente
● El estado de desarrollo de la dentición
● La causa de la inclusión
● El diente o dientes afectados
● La situación del diente incluido.

La abstención o conducta expectante es no hacer nada, únicamente realizar controles periódicos del diente. Se realiza si existe una contraindicación, si no cursa con sintomatología o hay una inclusión total del diente.
La extracción del diente se realiza cuando la recolocación del diente es imposible, si hay patología asociada, hay malformaciones o sintomatología.

La colocación del diente en la arcada se refiere a colocar el diente en su posición normal para cumplir con la función y el valor estético que representa. Se coloca el diente, siempre y cuando no exija maniobras peligrosas para el paciente ni para lo dientes vecinos. Hay tres opciones de tratamiento para recolocar el diente:

  1. Alveolotomía conductora: Hacer cortes en el hueso alveolar simulando la erupción, para facilitar la erupción al diente.
  2. Trasplante dentario: Trasplantar el diente a su posición funcional.
  3. Método quirúrgico-ortodóncico: Combinar la cirugía con a tracción ortodóncica para posicionar correctamente el diente en la arcada.

9.- Maloclusión dental ( Posición de los dientes inadecuada , mala relación de la mordida )

Las maloclusiones son consideradas por la OMS como el tercer evento por su prevalencia; éstas representan un problema de salud pública. Los factores de riesgo genéticos y ambientales, como hábitos bucales nocivos son de vital importancia, considerar su frecuencia, duración e intensidad para evitar crear cambios específicos en la oclusión.

Dentro de los factores de riesgo ambientales se encuentra la presencia de hábitos bucales nocivos, mismos que pueden influir en el desarrollo de una maloclusión dependiendo de su frecuencia, duración e intensidad durante el crecimiento y desarrollo, lo que crea cambios específicos en la oclusión y en los tejidos óseos y faciales.

Los factores de riesgo como el hábito de succión digital (CHUPARSE EL DEDO) por periodos prolongados puede provocar efectos anormales específicos en la oclusión y en el desarrollo óseo y aunque se ha mencionado el gran beneficio del amamantamiento materno, éste se ha asociado con maloclusiones como mordidas abiertas anteriores, cuando aquél se realiza por periodos el hábito nocivo más prevalente en esta población fue el de interposición lingual y succión digital, los cuales provocaron mordida abierta anterior, mientras que el de respiración bucal ocasiono mordida cruzada posterior.

Por lo anterior, es importante conocer la prevalencia de los hábitos bucales nocivos que se asocian con ciertas maloclusiones las cuales se desarrollan en edades tempranas y así poder prevenir, interceptar o corregir durante el crecimiento y desarrollo de los niños. Además, es menester tener presente que en la población infantil existe mayor susceptibilidad a desarrollarse estas anomalías por lo que se deben tomar medidas preventivas como realizar revisiones clínicas periódicas, diagnósticos oportunos, tratamientos tempranos y así evitar la formación de problemas más severos y costosos.

10.- Lesiones bucales premalignas y cáncer oral (úlceras o lesiones en la boca con un mal aspecto)

La Organización Mundial de la Salud ha detectado este problema global y ha subrayado la importancia de la salud oral, el cáncer oral, y el papel del consumo de tabaco.

El cáncer oral a menudo se desarrolla a partir de lesiones premalignas de la mucosa. Por ello los programas preventivos y de detección precoz requieren datos epidemiológicos detallados sobre la prevalencia, distribución, y factores de riesgo de las alteraciones de la mucosa. Debido a la considerable variación de estilos de vida en el mundo, los datos sobre grupos de edad, poblaciones, y países específicos no pueden generalizarse. Éstos muestran grandes variaciones en la prevalencia y distribución, lo que además se ve complicado por los distintos esquemas clasificatorios de las lesiones de la mucosa oral y los diferentes modos de examen.

El aumento progresivo de la incidencia del cáncer durante las últimas décadas lo han convertido en un problema sanitario muy importante. A pesar de los adelantos en los medios de diagnóstico y tratamientos específicos, el 50% de las neoplasias continúa siendo incurable. Lo que no se puede negar es que las posibilidades de éxito pueden aumentar cuando son detectadas en un estadio precoz (prevención secundaria). Esto permite llegar al tratamiento en los inicios de la enfermedad neoplásica y así obtener cambios cuantitativos en los resultados terapéuticos. En la cavidad bucal debemos lograr la detección de las lesiones cancerizables (prevención primaria) para que pierdan la capacidad de transformación. Para ello debemos conocerlas, diagnosticarlas y tratarlas.

11.- Xerostomía (boca seca) Falta de salivación

La presencia de saliva es vital para mantener sanos los tejidos bucales, la reducción en la producción de saliva no solo deteriora la salud oral, sino que también tiene impacto sobre la calidad de vida de la persona que lo padece, ya que presentan dificultad para comer, deglutir, hablar, retener las prótesis y tienen alteraciones gustativas entre otras manifestaciones.
La secreción de saliva no es igual a lo largo del día, por lo que se tendrá que diferenciar entre la saliva no estimulada y la estimulada.

La saliva total no estimulada, denominada también basal o de reposo, representa la secreción basal de las glándulas salivales en respuesta a la liberación continua de neurotransmisores y a la ausencia de estímulos como la masticación o los sabores. Está presente la mayor parte del día y es la responsable principal del bienestar y protección de los tejidos bucales.

La Saliva estimulada es la que se secreta en respuesta a la estimulación masticatoria, gustativa, olfatoria o por otros estímulos, lo que produce un incremento importante en la liberación de neurotransmisores. Es necesaria para facilitar la formación del bolo alimenticio, la deglución de los alimentos y la comunicación. Estudios que miden el flujo salival en condiciones basales y bajo estimulación muestran una amplia variación en los niveles. Sreebny et al, como miembros del grupo de trabajo de la Comisión sobre Salud, Investigación y Epidemiología Bucal (CORE por sus siglas en inglés), perteneciente a la Federación Dental Internacional, elaboraron un reporte sobre diversos aspectos relacionados con el funcionamiento de las glándulas salivales, donde citan que el flujo salival no estimulado es de 0.3 a 0.4 ml/min; cuando existen valores menores de 0.15 ml/min es anormal.

El flujo salival estimulado por la masticación es de 1.0 a 2.0 ml/min, si existen valores menores de 0.5 ml/min se considera también anormal. En lo que se refiere a la prevalencia de xerostomía varía también en un rango muy amplio, desde el 6% al 72%; sin duda esto tiene que ver con la diversidad de características de los sujetos y las condiciones en las que se han realizado los estudios.
La xerostomía es la disminución de la producción de saliva, causando sequedad bucal. Puede ser consecuencia de ciertos medicamentos, enfermedades sistémicas o tratamientos oncológicos. A nivel mundial la población envejecida está aumentando y esto es seguido por un aumento en resultados negativos llamados síndromes geriátricos. Un elemento clave del envejecimiento exitoso es la salud oral. La alteración en los componentes de salud oral, como la presencia de xerostomía, se ha asociado con una mayor probabilidad de desarrollar algunos Síndromes Geriátricos.

Algunos de los síntomas más comunes, como la xerostomía, pueden ser un efecto secundario de los medicamentos y la polifarmacia, mientras que otros, como la pérdida de los dientes, se relacionan más a menudo con las caries y la enfermedad periodontal. Además, los adultos mayores presentan una disminución de la función metabólica y física, aumento de los trastornos alimentarios, alteraciones en la sed y cambios en la sensación gustativa.

Los ancianos con enfermedades sistémicas o degenerativas, presentan aumento de los procesos inflamatorios que causan problemas para la alimentación y desmovilizad, así como la pérdida de dientes y una limpieza oral deficiente. Beber agua frecuentemente, estimular la salivación y consultar al dentista para opciones de tratamiento son medidas recomendadas.

Conclusión

Oportunidades para mejorar la salud bucodental:

La mejor manera de prevenir enfermedades relacionadas con la salud bucodental es realizar visitas periódicas al dentista. Durante estas visitas, el dentista puede detectar posibles enfermedades orales y decidir cuál será el tratamiento adecuado para comenzar lo más rápidamente posible a tratar las patologías. No dejes tu salud oral en segundo plano, agenda tu cita en Clínica OralMax Q y asegura tu bienestar bucodental.

Autor

  • El Dr. Saúl es un profesional altamente calificado con una sólida formación académica. Especializado en Cirugía Oral y Maxilofacial, ha completado su formación en CMN La Raza / IMSS, uno de los Centros Médicos Nacionales más prestigiosos de nuestro País.

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